Iconoclasia

Para los antiguos egipcios, las estatuas eran un punto de encuentro entre lo sobrenatural y este mundo. Se entendía que cuando una parte era dañada, ya no podría hacer su trabajo.    Mutilando la nariz, el espíritu de la estatua dejaba de respitar. Mutilando ojos y orejas, ya no podria ver ni escuchar las invocaciones de sus seguidores.